El bajo acústico: ventajas y desventajas

Los orígenes del bajo

Todos conocemos el bajo acústico y su originaria forma orquestal, el contrabajo. Este instrumento, en inglés también conocido como Double Bass, Upright Bass o String Bass, se ha utilizado tradicionalmente en música clásica, pero también de forma muy destacable en el mundo del jazz. Muchos contrabajistas virtuosos se han ganado un lugar destacado en la historia de la música, entre ellos Scott LaFaro, Dave Holland, Eddie Gomez, Paul Chambers, John Patitucci y otros muchos. También ha sido una pieza clave en inicios de la música Rock, concretamente en el Rock’n’Roll y el Rockabilly, donde el contrabajo sigue siendo una seña de identidad.

Su predecesor es el violón del siglo XVI, que representaba la sonoridad más profunda dentro de la familia de la viola de gamba. Estos antiguos instrumentos cordófonos de arco se desarrollaron paralelamente a la familia del violín, y el violón se considera como el gran “instrumento puente” en relación al contrabajo.

Su versión actual, el contrabajo moderno, suele medir alrededor de 1,80m de alto. Es un instrumento precioso y con un sonido increíble, pero bastante aparatoso y con un precio generalmente elevado. Si a esto le sumamos la dificultad que implica la falta de trastes y la técnica necesaria para hacerlo sonar, no parece la opción más práctica para sustituir al bajo eléctrico de manera puntual.

El bajo acústico

De lejos podría parecerse a una guitarra acústica, ¡pero es solo apariencia! El sonido de los bajos acústicos destaca por su tonalidad voluminosa y por la fuerte coloración acústica que proporciona la oscilación de las cuerdas sobre la roseta de grandes dimensiones que poseen estos instrumentos.

El bajo acústico suele ser empleado en situaciones donde, junto a otros instrumentos acústicos, se puede oír bien. Desde el éxito de la famosa serie televisiva «MTV Unplugged» en los años 90, se dejan ver cada vez más. La cadena americana emitía actuaciones en directo utilizando principalmente instrumentos sin amplificación adicional, es decir, sin volumen ni efectos de sonido generados electrónicamente. Así se conseguía un sonido muy orgánico y la sensación de intimidad y cercanía con los artistas.

Si queremos usar el bajo acústico junto con instrumentos amplificados electrónicamente, tendremos lógicamente que amplificarlo también, bien por medio de un pequeño combo de bajo (un sistema de amplificación con cabezal y pantalla) o bien conectándolo directamente a un sistema de PA. La señal del bajo por norma general se toma a través de un micrófono piezoeléctrico, que en el caso ideal debe ser capaz de mantener el tono acústico voluminoso y profundo de las cuerdas más graves.

Sin embargo, al tocar el bajo acústico sin amplificar junto con guitarras acústicas no amplificadas, nos daremos cuenta de que estamos bastante limitados en cuanto a volumen con respecto a ellas. Por lo tanto, actualmente la mayoría de bajos son electroacústicos, incluyendo su propio micrófono y generalmente también un ecualizador.

El ukelele bass

También conocido como Ubass, este instrumento es capaz de emitir frecuencias increíblemente graves para su pequeño tamaño. Se trata de un bajo electroacústico en el cuerpo de un ukelele de tamaño barítono. Su afinación es la misma que la de un bajo estándar y sus cuerdas suelen ser metálicas o de caucho, para generar un sonido más parecido al del contrabajo. Todas estas características lo convierten en la opción más práctica a la hora de sustituir al bajo eléctrico en un concierto acústico o un ensayo sin amplificación.

Conclusiones

Cada una de estas opciones tiene sus ventajas y desventajas, en este artículo hemos tratado de sintetizarlas para que antes de lanzaros a comprar tengáis una idea general de cuáles son las alternativas. Desde Sounds Market os animamos a que visitéis nuestra web donde tenemos las mejores ofertas de segunda mano, además de productos nuevos de tiendas locales al mejor precio. ¡Os esperamos!