La crisis de Gibson y sus causas

Gibson es sin lugar a dudas una de las marcas de guitarras más reconocidas de la historia. Con guitarras tan emblemáticas como la Les Paul, se han hecho un hueco en el imaginario popular solo equiparable al de Fender. Sin embargo, durante los últimos años, la marca americana se ha visto atrapada en una grave crisis financiera. ¿Ha llegado el fin de las guitarras Gibson? Hoy en Sounds Market investigamos sobre el tema.

Un producto premium

Gibson es conocida por fabricar guitarras de muy alta calidad, pero también a un elevado precio de venta. Esto se debe principalmente a un proceso de producción poco automatizado, donde se priorizan la mano de obra artesana y cualificada y las materias primas de alto valor.

Sin embargo, el éxito que habían conseguido desde mitad del siglo XX comenzó a disiparse en los años 90. Existen diversas teorías al respecto, así que haremos un breve repaso de las más extendidas.

La escasez de madera

Uno de los motivos más comentados que han podido llevar a Gibson a la bancarrota es la falta de materias primas para sus guitarras. Y es que, en 1992, se prohibió la deforestación del Palisandro Brasileño, un árbol muy utilizado en su fabricación.

La escasez y encarecimiento de esta madera junto con las nuevas normativas de protección de la biodiversidad habrían llevado a la marca a utilizar maderas de peor calidad. Sin embargo, con el objetivo de mantener su prestigio, Gibson tomó la decisión de mantener los precios igual de altos, algo que no sentó nada bien entre los consumidores y agravó la crisis.

Malas apuestas en I+D

Otra de las teorías más extendidas sobre la crisis de Gibson es el endeudamiento al que se habría sometido la marca con el objetivo de desarrollar guitarras con afinación automática.

Los problemas de afinación son uno de los puntos negativos más reconocidos de las guitarras Gibson. Sin embargo, las clavijas con afinación automática no han llegado a satisfacer las demandas de los consumidores, de manera que la inversión no habría tenido los resultados que se esperaban.

Esta y otras apuestas por sacar adelante tecnologías que no han terminado de cuajar habrían condicionado el horizonte económico de la marca hasta el punto de llevarlos a esta grave crisis financiera.

Problemas de adaptación

Otra explicación factible a la debacle de Gibson es su negativa a producir modelos de guitarra adaptados a las nuevas tendencias. Mientras que el mercado se iba ampliando con nuevos diseños y variaciones, como las guitarras de 7 y 8 cuerdas, de 24 trastes, con mástiles más estrechos, con multiescala, pastillas de alta ganancia o simplemente más asequibles, Gibson se habría negado a innovar en ninguno de estos sentidos.

Mientras que la Les Paul se ha mantenido como un estandarte del Blues y el Rock, los nuevos géneros y subgéneros musicales se han caracterizado por tratar de innovar también en cuanto a sonido, de manera que los modelos de Gibson se habrían quedado obsoletos, más como guitarras fetiche que como productos realmente útiles.

Conclusiones

Seguramente la crisis de Gibson se deba a una suma de estas y otras causas. El mercado ha cambiado mucho en las últimas décadas, y más todavía desde la llegada de internet, pero los intentos de la marca por invertir en otras vías como el mundo del audio tampoco parecen haber tenido buenos resultados.

Sin embargo, parece que recientemente la empresa ha tratado de volver a enfocarse en las guitarras, el producto que les ha llevado a convertirse en el referente que todavía son. Esperamos que tengan suerte con sus decisiones y que salgan adelante, ya que sería una pena que desapareciera una marca tan emblemática dentro de la historia de la música moderna.

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