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Diabolus in música: el intervalo prohibido
05 de noviembre de 2022
Si te interesa la composición musical, seguramente hayas oído hablar del tritono. Si no es así, estate atento, porque quizás se trate de la sonoridad más singular dentro de la armonía moderna. Además de dar nombre a un disco de Slayer, su historia es realmente curiosa: hoy hablaremos sobre el diablo en la música.
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El intervalo del diablo
Durante la Edad Media se gestó el sistema polifónico que ha servido como base para el desarrollo de la armonía moderna. Los compositores de canto gregoriano fueron quienes comenzaron a experimentar la armonización de melodías para su uso en ceremonias religiosas.
Este uso espiritual de la música explica por qué se trataba siempre de evitar sonidos disonantes. De ahí que abunden en esas obras los intervalos de cuarta y quinta justa, muy consonantes, pero sea notable la ausencia de los intervalos de semitono y de tritono, hasta el punto de que llegó a conocerse a este último con diabolus in música (el diablo en la música).
¿Es musical el tritono?
Aunque el intervalo de tritono sea disonante, su uso dentro de la música moderna ha sido fundamental. Para entender por qué, debemos saber que la música actual se basa en un viaje entre acordes estables (conocidos como acordes de tónica), acordes ambiguos (conocidos como subdominantes) y acordes inestables (conocidos como dominantes) que resuelven de nuevo a acordes estables. El ejemplo más típico de movimiento armónico hace precisamente ese recorrido: tónica – subdominante – dominante – tónica.
Los acordes tónica suelen ser muy consonantes, por eso generan una sensación de estabilidad y centro tonal. Los acordes subdominantes son más ambiguos, ya que generan una tensión moderada, mientras que los acordes dominantes generan tal tensión que el oído pide una resolución, como una vuelta a la estabilidad o vuelta a casa. Esto es lo que genera dinamismo y vitalidad en la armonía y sucede en gran parte gracias al intervalo de tritono, presente en los acordes más inestables.
El gusto por la disonancia
Aunque los intervalos disonantes puedan resultar desagradables fuera de contexto, su uso puede ser muy útil y enriquecedor si los usamos en la forma y el momento adecuado. Un ejemplo es el que ya hemos mencionado de los acordes dominantes. En la música jazz, especialmente en el estilo conocido como bebop, los músicos suelen apreciar mucho estos momentos de gran tensión, ya que esta inestabilidad admite una variedad de colores y sonoridades muy amplia a la hora de improvisar.
Otro posible uso creativo de los intervalos disonantes consiste en utilizar esa tensión para generar emociones como la angustia, como sucede muchas veces en las bandas sonoras de películas de miedo. El ejemplo más mítico en este sentido es la banda sonora de Tiburón, que consigue dar forma a la ansiedad gracias al crescendo de un intervalo de semitono. Otro ejemplo podría ser el de Camille Saint-Saëns en su Danza Macabra, donde utiliza el tritono para evocar a la muerte.
Conclusiones
Queda claro que los intervalos disonantes y especialmente el de tritono son piezas claves para la armonía musical. Conocer sus usos y características a nivel teórico puede resultar clave para convertirse en un compositor más analítico y versátil.
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