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Escalas modales: ¿Cuál es el secreto?
31 de marzo de 2021
Si estáis interesados en la música es muy posible que hayáis escuchado hablar, aunque sea de rebote, de las 7 escalas modales: jónica, dórica, frigia, lidia, mixolidia, eólica y locria. Sin embargo, entre lo rocambolesco de los nombres y la pereza suele producir la teoría musical, muchas veces nos quedamos con la duda de cómo funciona todo esto. En Sounds Market nos hemos propuesto hacer una breve explicación para que les perdáis el miedo y empecéis a experimentar con ellas.
¿De dónde salen los modos?
El instrumento más visual para entender los modos es el piano. Solamente utilizando las teclas blancas, vamos a ser capaces de construir las 7 escalas modales, dependiendo desde qué nota partimos o utilizamos como reposo:
De Do a Do: escala jónica (también conocida como escala mayor). Es la más conocida y utilizada en infinidad de canciones por su color alegre y despreocupado.
De Re a Re: escala dórica. Se trata de una escala muy bonita y muy utilizada tanto en pop como en jazz, que combina la melancolía de la escala menor con un toque de brillo.
De Mi a Mi: escala frigia. Esta escala nos resulta un poco exótica, produciendo un ambiente más bien frío y siniestro, muy útil para según qué situaciones.
De Fa a Fa: escala lidia. Se trata de la escala más brillante, más incluso que la mayor, también muy utilizada en jazz y en bandas sonoras produciendo un ambiente fascinante.
De Sol a Sol: escala mixolidia. Esta escala es muy especial, ya que combina la escala mayor con el final de la menor, generando una tensión clave para la armonía y muy utilizada en todo tipo de géneros.
De La a La: escala eólica (también conocida como escala menor). Es la escala más conocida y utilizada junto con la mayor, nos transmite un sentimiento triste pero también épico según el caso.
De Si a Si: escala locria. Dentro de las escalas modales, se trata de la escala más rara y se suele utilizar más bien poco ya que genera una tensión que puede resultar desagradable.
Los distintos patrones
Como podréis ver (y escuchar), podemos conseguir distintos colores y ambientes con las mismas notas (en este caso sólo las teclas blancas), simplemente cambiando el orden en el que las tocamos. Lo que estamos haciendo realmente es cambiar el patrón de tonos y semitonos que hay dentro de la escala. Si os fijáis en el teclado, entre las notas blancas suele haber un tono de distancia, con una tecla negra en medio, exceptuando entre el Mi y el Fa y entre el Si y el Do.
Es al cambiar estos semitonos de lugar cuando generamos las distintas emociones que asociamos a los distintos modos o escalas. Si quisiéramos tocar una escala mayor pero partiendo de una nota que no sea Do, solo tendríamos que reproducir este orden de tonos y semitonos desde la nota que más nos convenga, utilizando ahora si las teclas negras. Por ejemplo, esta sería la escala de Re mayor:
Conclusiones
Puede que todo esto sea un poco confuso al principio, pero si estáis aburridos de tocar siempre lo mismo u os sentís estancados con vuestro instrumento, las escalas modales son un soplo de aire fresco del que se puede sacar mucho partido. Ahora que ya sabéis sus nombres y cómo funcionan, os animamos a investigar y experimentar por vuestra cuenta, no os arrepentiréis.
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