Cómo elegir tus monitores de estudio

Una de las elecciones esenciales para un productor son sus monitores de estudio. Al final, estos le darán una imagen sonora de su trabajo y cuanto más real, más preciso será el proceso de producción. Por eso es importante elegir bien los monitores y en este artículo te damos algunas claves. 

Los monitores de estudio, elementos clave y representativos del estudio de cualquier productor musical. Cada parte del equipo de producción es esencial y hace su aportación al producto final. Sin embargo, los encargados de reproducir el sonido y de permitir ver fallos y aciertos en la mezcla son los monitores de estudio. Por este motivo, es necesario tomarse en serio su elección teniendo en cuenta determinados factores, además de su distribución en el estudio. 

Tamaño de sus partes

La utilización de monitores de estudio significa un paso hacia la profesionalidad de un productor, en otras palabras, poner inversión para abandonar los auriculares o cascos. Evidentemente, la colocación de los monitores es importante, por lo que se elegirá unos pequeños, medianos o grandes en función de las dimensiones del estudio.

Pero por otro lado, hay que conocer cada una de las partes que componen un monitor de estudio para saber qué esperar de cada una de ellas:

• Tweeter: Encargado de reproducir los sonidos más agudos y los medios, dependiendo de cómo esté fabricado los dejará pasar de mayor o menor calidad. Los de gama baja, suelen ser de bocina, mientras que los de gama alta son de cinta. El tamaño habitual de un tweeter es de 1¨. 
• Woofer: Esta parte es la encargada de reproducir los graves del sonido y una de las esenciales. Para un estudio pequeño, conviene que su diámetro no sea mayor de 6 pulgadas. Además, para mayor precisión y menos margen de error es recomendable tener un subwoofer adicional. 
• Bass Reflex: Por último, para filtrar el aire que produce el woofer, es necesario que en la caja acústica exista un Bass Reflex. Esta parte del altavoz es frecuente en los de alta gama, ya que la calidad de los sonidos graves se ve claramente mejorada. 

Sonido

Se tiende a confundir la calidad del sonido de unos monitores con que puedan alcanzar un volumen muy alto, pero no es así. No es sufuciente con eso o con que se escuche solo bien, lo importante es la claridad y transparencia del sonido. Conjugando el tamaño de las partes del monitor de estudio, hay que buscar que el sonido nos permita diferenciar cada detalle y poder corregir de manera sencilla errores. 

Además, hay que tener en mente que un productor sabe cuando entra en el estudio, pero no cuando sale, lo que significa que son muchas horas de trabajo para el monitor. Lo que puede ocurrir es que el músico se sature del sonido, por lo que es importantes que los monitores sean modulables y principalmente que su sonido no sea estresante. Si alcanzamos este factor, conseguiremos que las horas de estudio sean lo más productivas posibles. 

Material

Uno de los objetivos a la hora de comprar unos monitores es que sean duraderos. Esto pasa porque por un lado están arquitectónicamente bien construidos y luego por la resistencia de sus materiales. Con relación a este último aspectos, es importante que tus monitores estén fabricados de materiales rígidos, capaces de soportar determinados rangos de sonido y también salir ilesos de posibles percances. Si queremos que nuestros monitores duren, la mejor opción es invertir un poco más en algo de calidad. 

Precio

Después de analizar todos esos aspectos, al final el precio siempre juega un rol muy importante a la hora de elegir cualquier elemento de nuestro estudio, incluidos los monitores. Existe un amplio abanico de precios de precios y evidentemente, a medida que aumenta, la calidad y prestaciones lo hacen también. Podemos resumir la gama de precios en tres apartados:

• Bajo coste. Normalmente, esta categoría corresponde a productores principiantes, sin mucho presupuesto, que buscan dejarse alrededor de 200-250€ en sus monitores. A pesar de que su calidad y sobre todo aptitudes para la mezcla no son las mejores, suele suponer un gran avance para el música al ser el siguiente paso a los auriculares. Si se busca adecuadamente se puede encontrar algunos modelos con mejores características, como una pareja de M-Audio BX5 o unos Mackie CR3.
• Coste intermedio. Ascendiendo hasta los 500€ de presupuesto, en este apartado hablamos de productores que buscan tomarse más en serio su actividad, acompañándola de una inversión mayor. Evidentemente, hablamos de monitores con una profundidad mayor, por no hablar de la nitidez. Podemos hablar por ejemplo una pareja del modelo Krk Rokit RP6 o unos Adam A3 X.
• Coste alto. Un productor profesional debe asumir una inversión muy elevada para garantizar que su composición tiene unas cualidades de sonido exquisitas. Nos referimos aquí a monitores de estudio que rondan los 1.000€ de coste, como por ejemplo unos Genelec 8030 CP o unos Focal Shape 65. De hecho, para productores que dedican su actividad profesional a la composición musical es incluso recomendable disponer de dos parejas de monitores, de diferentes calidades y marcas para garantizar que su trabajo suena bien en cualquier dispositivo. 

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