25/04/22
Las claves para un buen sonido de bajo
25 de marzo de 2021
Cuando hablamos de un buen sonido de bajo, muchas veces lo primero en lo que pensamos es en el amplificador o en los pedales de efectos. Con frecuencia se nos olvida que el primer paso en la cadena y por tanto el más importante es el propio bajo, su configuración y la técnica que usamos para sacarle el sonido.
Desde Sounds Market os presentamos pequeña guía sobre los factores a tener en cuenta para obtener un buen sonido de nuestro bajo.
Para ello vamos a indagar en tres cuestiones: el ajuste de los elementos que conforman nuestro bajo, la técnica que utilizamos para hacerlo vibrar y la ecualización de las pastillas.
El ajuste
La madera o maderas, la forma del bajo, dónde están colocadas las pastillas… Actualmente existe una oferta muy amplia para todo tipo de bajos, lo ideal es buscar el timbre que más nos guste o que mejor se adapte al estilo que queremos tocar. Sin embargo, una vez tenemos ya nuestro bajo, podemos configurar algunos de sus elementos tanto para moldear el sonido como para estar más cómodos tocando. Uno de estos elementos es la distancia entre las cuerdas y el mástil. Cuanto más cerca estén más fácil será pulsarlas, pero también generará una tendencia mayor a que las cuerdas reboten contra el mástil y “trasteen”, dando un sonido más agresivo y característico del slap. Si lo que buscamos es un sonido más suave y redondo, lo más lógico es dejar las cuerdas más lejos del mástil, para evitar que trasteen y conseguir un sonido más vintage, similar al de James Jamerson o Pino Paladino.
El tipo de cuerdas y su estado también es muy importante para un buen sonido de bajo. Cuanto más nuevas, más brillante será el sonido, que se irá apagando a medida que pase el tiempo. Las más utilizadas son las llamadas roundwound, con una envoltura redonda de acero o níquel que aumenta significativamente los tonos agudos y el brillo de la cuerda, pero también existe la opción de las flatwound, también conocidas como cuerdas planas o pulidas. Con ellas se consigue un sonido más profundo y apagado, ideal para tocar soul o blues.
La técnica
La más común es la estándar de dedos, ya que es la más versátil y se ha utilizado en todo tipo de géneros. La otra técnica predominante es la púa, con la que se consigue un sonido más rasgado, agresivo y brillante, siendo la más recomendable para géneros como el punk, el rock o el metal, aunque es cierto que se pueden ver bajistas utilizando púa en muchos otros estilos. Paul McCartney, sin ir más lejos, tocaba con púa, de manera que en un contexto pop también es una técnica muy válida.
También tenemos la técnica del slap, con la que conseguimos un sonido mucho más percusivo y muy común en música funk y derivados, pero también en pop, rock o metal. Generalmente, la popularización de esta técnica para el bajo eléctrico se atribuye al bajista Larry Graham que tocaba en los años 1960 en la banda Sly & The Family Stone.
Otra técnica interesante, muy conocida y utilizada en la guitarra pero no tanto en el bajo, es el palm mute. Mediante este recurso se mutean sutilmente las cuerdas, apoyando la mano en el puente, para conseguir un sonido más profundo y sin armónicos. Es muy apropiada para estilos como el jazz, el reggae o cualquier situación que requiera un ambiente más denso.
Por último, también debemos tener en cuenta dónde tocamos. No es lo mismo tocar cerca del puente, donde se produce un sonido más agudo y punzante, que tocar encima del mástil, donde conseguimos un sonido más suave, sin tanto ataque. De esta forma, si tocamos en la zona del medio, entre el puente y el mástil, conseguimos un sonido más redondo y equilibrado.
La ecualización
En este caso cada bajo tiene distintas posibilidades. En el caso de tener un bajo activo (autoamplificado), tenemos la posibilidad de controlar los agudos y los graves o incluso agudos, medios y graves, si el ecualizador es de 3 bandas.
Lo más recomendable para testar el ecualizador es poner primero todo al medio, para tener la referencia de cuál es el sonido más equilibrado de nuestro bajo. Después, si queremos un sonido más profundo, podemos subir los graves, algo que nos irá muy bien para canciones de pop, blues o reggae.
Si por el contrario subimos los agudos, conseguimos mucho brillo, pero en este caso tenemos que ir con bastante cuidado. Hay pocas situaciones que requieran un sonido de bajo muy brillante y, en caso de utilizarlo, debemos tener cuidado con que no suene demasiado estridente. Quizás donde mejor encaja este sonido es en géneros como el punk, donde se suele tocar con púa y se busca ese protagonismo del rasgado y el trasteo.
Por último, tenemos la posibilidad de subir los medios. Cuando esto ocurre, nos da la sensación de que el bajo suena más nasal, algo que se acentúa si además bajamos graves y agudos. Aunque también es poco común, una buena referencia para el uso de este tipo de timbre es el flamenco, donde es bastante común enfatizar estas frecuencias medias.
Como apunte final sobre ecualización, decir que cuando se utiliza la técnica de slap, es muy frecuente la llamada ecualización en V, que consiste en bajar los medios al tiempo que subimos agudos y graves, para conseguir más cuerpo y mayor definición.
Pastillas
En el caso de que nuestro bajo tenga varias pastillas, también tenemos la opción de modificar nuestro sonido según cuál utilicemos. Si utilizamos solamente la pastilla del mástil, conseguiremos un sonido más grave y vintage, sin un agudo definido. Es el típico sonido de Fender Precision, muy utilizado en todo tipo de estilos, pero sobre todo en pop, rock o reggae. Si utilizamos las dos pastillas a la vez, conseguiremos un sonido más moderno y definido, pero sin ese extra de profundidad.
Por último, tenemos la posibilidad de utilizar la pastilla de agudos, la más cercana al puente, que nos dará un sonido más nasal, similar a un boost de medios y con mucha definición. Es una elección arriesgada, pero hay bajistas como Jaco Pastorius que utilizaban siempre esta pastilla. Hay que tener en cuenta, eso sí, que él tomaba muchas veces el rol de solista, por lo que le interesaba tener ese brillo extra. Sin embargo, esto nos puede perjudicar a la hora de empastar con el resto de la banda, ya que nos salimos un poco del rango de frecuencias natural del bajo.
Conclusiones
Un buen bajista, más allá de su amplificador y su pedalera, debe conocer a fondo su instrumento y las distintas formas de hacerlo sonar. Muchas veces nos obsesionamos con la ecualización del amplificador o nos volvemos locos probando distintas configuraciones de pedales sin haber sacado todavía todo el potencial a nuestro bajo, por lo que esperamos que este artículo os haya servido para reflexionar acerca de este tema y os animéis a experimentar con distintas técnicas y configuraciones. En Sounds Market os ofrecemos una gran variedad de instrumentos y equipo de segunda mano, con un método de compraventa totalmente seguro, además de productos nuevos de las mejores tiendas locales y al precio más competitivo.