Tips para comprar tu pedal de batería

Rango de precios

Podemos encontrar en el mercado pedales que van desde los 40 hasta más de 1.000 euros. Sin embargo, es raro que un pedal simple cueste más de 500 euros. La mayoría de los pedales tan caros suelen ser dobles y específicamente fabricados para tocar variedades de metal extremo, que exigen tocar mucha velocidad con poco esfuerzo. En caso de que estés buscando un pedal simple y nuevo, con un presupuesto de entre 200 y 300 euros debería bastarte para conseguir un buen pedal. En caso de que busques uno de segunda mano, puedes conseguirlo incluso más barato en nuestra web.

Mecanismo de tracción

Este mecanismo es el encargado de transmitir la presión que ejercemos con el pie hacia la maza que golpea el parche. Es, por lo tanto, el aspecto más importante a tener en cuenta del pedal. Existen 3 opciones que pueden ser más o menos indicadas según el estilo de música y la forma de tocar que tengamos.
La primera y más común es la tracción por cadena. Este mecanismo nos ofrece bastante estabilidad y un tacto medianamente flexible y orgánico de la maza, por lo que quizás es el más recomendable para principiantes. En la mayoría de pedales modernos existe también la opción de doble cadena, que nos da un plus de estabilidad y robustez a costa de un mayor peso y por tanto menor agilidad.
La segunda opción es la tracción por correa. Se trata de una elección mucho menos común pero muy válida por la suavidad del tacto que ofrece. La correa suele estar fabricada con un pedazo de tela reforzado con kevlar o fibras sintéticas, pero como nota negativa, quizás no sea tan resistente como la cadena.
Por último, tenemos los pedales de tracción directa. Se trata del sistema más moderno y se caracteriza por una conexión no flexible, normalmente a través de una barra de aluminio. Esta transmisión lineal es muy recomendable para estilos que requieren de velocidades extremas, como algunas variedades de metal. A cambio, sacrificamos un tacto más flexible y orgánico.

Tipo de maza

El material de la maza que golpea el parche también resulta fundamental ya que, dependiendo de su dureza, conseguiremos un sonido u otro.
La opción más común es la maza de fieltro. Esta nos ofrece un ataque suave, ligeramente opaco. Resulta la más indicada para la mayoría de estilos ya que, por lo general, lo que solemos buscar en el bombo es un sonido redondo y con un mayor protagonismo de las frecuencias graves.
Sin embargo, para según qué variedades de metal, también es frecuente utilizar la maza de plástico. Con este material, mucho más duro, conseguimos un ataque mucho más presente, donde ganan protagonismo las frecuencias medias. Esto puede ser muy útil a la hora de tocar muy rápido, ya que los golpes se distinguirán mucho mejor, a costa siempre de un sonido más cálido y redondo.
Por último, tenemos la opción del fieltro duro. Cada vez más frecuente, esta maza se encuentra a medio camino entre la de fieltro tradicional y la de plástico, de manera que resulta bastante versátil.

Conclusiones

Más allá de todas estas opciones, lo más importante es que tú te encuentres cómodo con el pedal. Cuantos más pedales hayas probado y más hayas jugueteado con los distintos ajustes que permiten, mejor sabrás cuál se adapta mejor a tus necesidades y mayor seguridad tendrás a la hora de hacer la compra. En nuestra web podrás encontrar tanto pedales nuevos al mejor precio como pedales de segunda mano que podrás devolver sin compromiso en caso de que no se ajusten a tus expectativas. Además, ofrecemos un método de pago totalmente seguro entre particulares, ¡no dudes en echar un vistazo a nuestras ofertas!